- José Antonio Galán Ceballos
- Crianza
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El chupete ha sido objeto de controversia desde tiempos inmemoriales. Sí. Existen rastros de la presencia de un objeto similar que datan del 1000 a.c. Y ya nos imaginamos, por aquella época, a los barcos fenicios transportando hasta las costas de Iberia los “chupetes” más novedosos. Seguramente siendo abucheados a su llegada por cientos de madres negacionistas del chupete. Y a la vez coreados por otras tantas interesadas en conseguir uno para calmar a sus bebés ibéricos con ese invento revolucionario.
Eso sí, no sería hasta principios del siglo XX cuando se inventó el chupete “moderno” en una versión más parecida a la que hoy conocemos. Y no nos extrañaría que, teniendo en cuenta los enfrentamientos que tal objeto genera y el momento histórico en el que se produjo “pocos años después de 1900”, el inicio de la 1ª guerra mundial en realidad no se debiese al asesinato del heredero de la corona austro-húngara. Quizá fue a causa de un acalorado enfrentamiento entre partidarios y detractores ¡del chupete!
Pero como en Mamás para siempre somos pacifistas y no queremos alimentar el conflicto “chupetista” os traemos un listado realizado con la máxima objetividad posible, donde analizamos
Los pros y los contras del chupete.
Pros del chupete:
Ayuda a desarrollar la capacidad de succión.
En primer lugar, es importante destacar que en los primeros días de vida y hasta que el bebé no está plenamente acostumbrado a la lactancia materna, no es recomendable su uso, ya que la manera de succionar el chupete y el pecho materno no son las mismas. Por tanto, esto podría impedir que el bebé aprenda a mamar de una forma eficiente.
Sin embargo, transcurrido este periodo de adaptación al pecho materno, el uso del chupete contribuye a desarrollar la capacidad de succión y le ayuda a obtener más alimento.
Calma el llanto y reduce el estrés del bebé.
No es casualidad que en inglés chupete se diga pacifier (pacificador). Sí, está demostrado que a muchos bebés el chupete les calma el llanto, les ayuda a conciliar el sueño y reduce su estrés. Esto supone un extra de tranquilidad tanto para niños, como para sus sufridos padres.
Previene la muerte súbita del lactante.
Numerosos estudios científicos certifican que el uso del chupete disminuye significativamente la probabilidad de que un bebé sufra el síndrome de muerte súbita del lactante. Por eso, en relación a esta cuestión que tanto preocupa a las madres, la recomendación es utilizar el chupete al menos durante los primeros doce meses de vida. Ya que tras el primer año las probabilidades de sufrir SMSL disminuyen drásticamente.
Sustituye al dedo.
Hay bebés que, a pesar de no usar chupete, no tienen esa obsesión por succionar, salvo en el momento de alimentarse. Sin embargo, otros muchos utilizan sus extremidades para satisfacer este impulso, concretamente el dedo pulgar.
En estos casos es interesante el uso del chupete, ya que llegado el momento, el chupete lo podemos esconder. Sin embargo, el dedo siempre lo tendrá “a mano” y resultará más complicado convencerle de que debe dejarlo tranquilo.
Contras del chupete:
Menor duración de la lactancia materna.
Según diferentes estudios, existe una relación entre la utilización del chupete y una menor duración de la lactancia materna. Como el chupete relaja a los bebés al ayudarles a satisfacer su instinto de succión, esto trae como consecuencia que disminuye el estímulo para vaciar el pecho materno. Por eso, apuntan a que el chupete sólo debería utilizarse en momentos puntuales en los que la madre esté ausente.
Puede provocar deformaciones en la boca.
Otra de las consecuencias de la utilización del chupete es la deformación del paladar del niño y la no correcta alineación de sus dientes. Eso sí, si un bebé deja el chupete a tiempo (antes de los tres años) cualquiera de estas deformaciones en teoría desaparecen y vuelven a su estado original de manera espontánea. El problema se agudiza, por tanto, en niños que prolongan su dependencia con el chupete más años de lo debido.
Trastornos en el habla.
También se asocian a su uso las dificultades para pronunciar ciertos sonidos o palabras, ya que según algunos investigadores, el chupete puede impedir que algunos músculos de la boca se desarrollen de manera normal. Este trastorno se asocia en concreto a niños que han utilizado el chupete durante tres años o más.
Como habréis comprobado, hay motivos encontrados sobre el uso del chupete. Pero no como para provocar una 3ª guerra mundial.
¿Y vosotras? ¿Sois partidarias de que vuestros bebés usen chupete? Si la respuesta es no, seguro que tenéis buenos motivos. Y si la respuesta es que sí, os invitamos a conocer nuestra gama de chupetes especialmente seleccionados de nuestra farmacia online Mamás para siempre.