¿Has probado lo último en higiene dental? Llévate ya un irrigador dental y experimenta otro nivel de limpieza.

Los habrás visto en las consultas de los dentistas, y casi seguro que, en algún momento, estos profesionales los han usado contigo. El irrigador bucal es un instrumento muy utilizado por los dentistas, especialmente en las limpiezas de boca, pero cada vez es más común en los hogares.

¿Cómo funciona un irrigador dental? Este aparato dispara a través de un pequeño orificio agua a presión capaz de desprender comida y sarro adherida al diente. El irrigador dental portátil, el que puedes comprar para usar en casa, dispone de un depósito del cual extrae el agua mediante un motor eléctrico que puedes cargar fácilmente.

Si bien cualquier persona puede beneficiarse de las ventajas que ofrece este aparato, es cierto que hay ciertos perfiles que lo agradecerán más. 

Por ejemplo, una de las molestias más frecuentes para las personas que llevan ortodoncia es la dificultad para cepillarse los dientes. Los cepillos normales no llegan a todos los rincones de los brackets. Incluso los cepillos especialmente diseñados para los brackets son tediosos para usar. El chorro de agua a presión llega a partes donde el cepillo no llega y limpia con mayor rapidez.

Las personas que sufren periodontitis pueden usar un irrigador para limpiar las encías sin dañarlas. Para los que tienen sensibilidad dental, estos aparatos también son extremadamente útiles. Por último, si tienes un implante dental, sabrás que es importante limpiarlo bien para evitar que entre la comida. Los irrigadores dentales son ideales para esta tarea.

En Mamás para Siempre ponemos a tu disposición no solo varios modelos de irrigador bucal, sino también packs con varios tipos de cabezal para distintas necesidades. Recomendamos usar el cabezal con cepillo, gracias al cual puedes cepillarte los dientes a la vez que el chorro desprende la suciedad del diente.